Jordi Galceran y Yazmina Reza estarían juntos en el salón.
Las acotaciones se comerían los muebles de Ikea.
Los grandes clásicos dignos de teatros nacionales
Intercalados con las voces de un hoy
Que a medias nos emocionan y nos abren la boca.
Una pequeña casa del libro
Instalada en nuestro salón.
Leernos.
Estantería de doble módulo
Para añadir las imágenes que nos desbordan.
Musical y fotogramas de culto.
Una pequeña planta del Fnac
Instalada en nuestro salón.
Mirarnos.
Aparecieron de pronto las telarañas
Y derramamos café caliente sobre las páginas.
El peligroso juego de compartir
Y el pesar de los abrazos
Cuando ya no somos nadie.
De teléfono con sueño
Y llamadas con insomnio.
¿No notas el concepto de
Descatalogado en el centro del paladar?
Olvidarnos.
Me gusta esa idea para un poema.Muy original
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida.
Un saludo coleguita.
Aleph relajado, de saldo, en la que encuadrar para fotografías, trozos de lo que hay pero que pesan como cosas enteras
ResponderEliminarque serían enteras en la parte buena, donde marca con sombra el reloj de sol si no fuese por
click
(bueno, clock)
ese sabor descatalogado tan tan tan conocido.
ResponderEliminarque bueno Almu qué bueno
besicos