Recoger los versos
Que seguramente Lorca llevaba en la boca
Justo en el momento
En el que caminaba,
Sudor de nieve,
Emparedado por la muerte.
El alba le despidió llorando
Mientras el viento de madrugá
Trataba de abrazarle, de sabido condenado.
Prado mortal de lunas
Y sangre bajo tierra.
Después
Silencio de cuadernos vacíos
Aplausos lacerando las tablas
Un corazón sin estribos en la luna negra
Palabras bajo tierra, sin sepultura
Dejando un rastro de
lágrimas.
Hubo un Agosto
Y desde entonces
El mes del suspiro
Del vómito de versos
Del enfado colectivo
Con los ojos de mar caminando reglones quietos.
El horizonte sin luz
Está mordido de
hogueras.
¡Qué vidrios se me
clavan en la lengua!